Vivienda-estudio en Madrid

Este proyecto se sitúa como una solución ingeniosa y elegante a los desafíos del urbanismo moderno. El diseño se enfrentó al reto de optimizar un espacio limitado de apenas 115 m², logrando incorporar tanto una vivienda como un estudio en dos volúmenes que abrazan un jardín interior protegido del bullicio exterior.

La conexión entre estos volúmenes mediante una pérgola no solo conforma un oasis privado, sino que también enfatiza la ingeniería y el diseño pensados para maximizar la luz y las vistas, siempre manteniendo la intimidad.

Las fachadas y cubiertas inclinadas no solo cumplen con los requisitos urbanísticos sino que también realzan la estética del conjunto, creando un juego visual que expande el espacio interior hacia múltiples direcciones.

El uso de madera de abeto rojo contralaminada, tanto en estructuras internas como en elementos decorativos, junto con la implementación de soluciones arquitectónicas inspiradas en la estética nórdica y principios japoneses de encadenamiento espacial, otorga al proyecto una identidad única. Este equilibrio entre funcionalidad y forma, privacidad y apertura, se traduce en una arquitectura que no solo responde a las necesidades actuales de vivienda y trabajo, sino que también establece un diálogo armónico con su entorno, demostrando que la innovación y la adaptabilidad pueden coexistir con la tradición y el respeto por el paisaje urbano.